SEXUALIDAD

Wednesday, January 17, 2007

GAYENTE DICE

Por Roberto Morales CLICK PARA REGRESAR AL INICIO

Las condiciones de la sociedad actual favorecen las prematuras prácticas sexuales en los adolescentes. Con mucha frecuencia ni el hogar ni la escuela proporcionan a los jóvenes una adecuada formación que les permita asumir una actitud responsable frente a la sexualidad. Buena parte de la educación sexual se halla liberada al azar o a lo que dicen u ocultan, por desconocimiento o prejuicios, los padres o maestros y, con más frecuencia los compañeros en la escuela; y se halla también sujeta a una información muy poco seria, con afanes fundamentalmente comerciales.

Los TEMAS de SEXUALIDAD GAYENTE están pensados para proporcionar a los jóvenes y a las familias un material que permita la aproximación más clara y orientadora acerca de la sexualidad humana. Las perspectivas biológicas, síquicas, éticas y culturales, que guíen al horizonte informativo de los TEMAS, que pretenden ser un espacio de comunicación, acercamiento y reflexión de padres e hijos, educadores y estudiantes.

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Wednesday, January 10, 2007

HOMOSEXUALIDAD

Homosexualidad CLICK PARA REGRESAR AL INICIO
Conocimientos científicos actuales sobre la homosexualidad y mitos frecuentes
Por Juan Luis Álvarez-Gayou Jurgenson / Sexoterapeuta
El presente texto es el capítulo 1 del libro Homosexualidad: derrumbe de mitos y falacias.

Homosexualidad, bisexualidad, heterosexualidad,
El tema sexológico que junto con la masturbación, ha sido motivo de múltiples escritos y especulaciones es la homosexualidad. Es indudable que ambas conductas se han presentado por milenios desde la existencia del homo sapiens, y sin embargo, la homosexualidad ha provocado diversas actitudes a través de la historia en distintos grupos sociales y culturales. En nuestra cultura occidental de origen judeocristiana, la iglesia ha intentado suprimir esta expresión sexual al considerarla pecaminosa y merecedora de castigo; los legisladores en algunos países la han juzgado como delito perseguible; éste no es el caso de México, pero los cuerpos policiacos la reprimen y persiguen con propósitos de extorsión y muchos profesionales de la psicología y la psiquiatría la han "etiquetado" como enfermedad mental, intentando curarla. En realidad ninguna de estas acciones ha disminuido su prevalencia, pero sí infundido sentimientos de culpa, inadecuación y estigmatización en las personas que muestran esta preferencia genérica.

Una definición operacional de homosexualidad es la de Marmor y Green (1978), quienes la describen como "una fuerte atracción preferencial hacia las personas del mismo sexo". Otra es la que el autor elaboró: "la mayor atracción preferencial para relacionarse afectiva y/o eróticamente con personas del género propio".

Alfred Kinsey y colaboradores, después de entrevistar a 5,300 sujetos masculinos y 5,940 femeninos, propusieron la existencia de mujeres y hombres en un continuo hetero-homosexual en el que todos los seres humanos se colocan en algún punto. Lo expresaron en una gráfica con siete columnas numeradas de cero a seis y cruzadas por una diagonal del uno al cinco.

En esta gráfica colocaron en la columna cero a los individuos exclusivamente heterosexuales, y en la seis a las personas exclusivamente homosexuales.En la columna uno se ubicó, a los heterosexuales que sólo habían tenido actividad homosexual incidental; en la dos, los heterosexuales cuya actividad homosexual había sido más que incidental y en la columna tres a las personas cuya actividad sexual era por igual hetero y homosexual conocidos como bisexuales o ambisexuales; en la cuatro, homosexuales cuya actividad heterosexual fue más que incidental, en la cinco a los que habían tenido actividad heterosexual incidental incidental y en la columna seis, igual que la cero.

En cuanto a la prevalencia de la homosexualidad, Kinsey y colaboradores (1948) encontraron un 4% de los sujetos habían sido exclusivamente homosexuales a partir de la pubertad, 10% fueron predominantemente homosexuales durante tres años por lo menos entre las edades de 16 a 55 años y 37% tuvo por lo menos una actividad homosexual dirigida a orgasmos después de la pubertad. En lo que respecta a las mujeres, Kinsey encontró homosexualidad sólo en 50% en relación a la masculina.

En 1972, Paul Gebhard del instituto Kinsey informó en un estudio del National Institute of Mental Health (Instituto Nacional de la Salud Mental) una prevalencia de homosexualidad de 10 a 12% de la población general.

Recientemente otros estudios referidos por Bailey (1997) de la Universidad Northwestern refieren en una encuesta Norteamericana que el 4.5% de hombres y el 5.6% de mujeres mostraban interés en la posibilidad de sostener alguna relación erótica con una persona de su mismo género. Sin embargo el estudio NORC encontró que sólo el 1.4% de las mujeres y el 2.8% de los hombres se autoidentificaban como homosexuales o bisexuales.

Es clara la dificultad existente para lograr certeza en estas encuestas, además de que, como veremos mas adelante existe una gran dificultad en unificar los criterios definitorios de lo que puede considerarse como homosexualidad.

TEORIAS SOBRE LA ETIOLOGIA DE LA HOMOSEXUALIDAD

Tomando como punto de partida la opinión, ahora superada, que considera a la homosexualidad como enfermedad, desviación o perversión, se observa que se han postulado diversas teorías sobre su origen, las que se analizarán a continuación.

TEORIA DEL ORIGEN HORMONAL

Algunos estudios en animales han mostrado que la administración de hormonas o modificaciones de sus cifras pueden producir variaciones en la conducta sexual adulta, y de acuerdo a algunos autores podría así posibilitarse extrapolar esta situación a una conducta homosexual.

Estudios en humanos han dado resultados dignos de mención. En hombres homosexuales se han encontrado alteraciones en la excreción urinaria de metabolitos hormonales. Entre otros estudios, cambios en la concentración de lípidos séricos. En cuanto a hormona luteinizante y estradiol, hay autores que las han encontrado elevadas en grupos de homosexuales masculinos. Respecto a la testosterona plasmática, se encontró que no hay diferencia entre hetero y homosexuales, pero sí un aumento de gonadotropinas circulantes en los homosexuales.

Margolese (1970 y 1971) publica resultados referentes a homosexuales que excretaron menos testosterona urinaria; Kolodny y Masters (1972 y 1973) encuentran cifras de testosterona circulante más bajas en jóvenes que son exclusivamente homosexuales; otros estudios, Birk y Friedman (1973), no demuestran diferencias en las concentraciones circulantes y otros más las confirman, como Starka y cols. (1975).

En resumen, los resultados son múltiples, a veces contradictorios y no concluyentes hasta la fecha. Esto puede deberse, como dicen Masters y Johnson (1979), en su estudio sobre homosexualidad, a tres causas fundamentales: en primer lugar, a problemas y limitaciones en las diferentes metodologías de los estudios, en segundo, al error de considerar a la homosexualidad como un fenómeno unitario - del mismo modo que tampoco es unitaria la heterosexualidad - y, en un tercero, a la imposibilidad de descubrir más sobre la homosexualidad hasta que se conozca más sobre los orígenes de la heterosexualidad, al igual que sólo se conocerá con exactitud la fisiopatología digestiva en la medida que se conozca su fisiología normal.

DIFERENCIAS ANATÓMICAS

En épocas recientes diversos investigadores han encontrado diferencias en la anatomía, sobre todo de algunas partes del cerebro en hombres homosexuales. Levay (1991) encontró que la zona del cerebro central conocida como el hipotálamo en su Núcleo Intersticial Anterior 3 era más pequeño en hombres homosexuales (similar en tamaño a como aparece en las mujeres). El estudio de LeVay generó mucha controversia al punto en que él mismo aclaró que su estudio no era concluyente pues fue realizado en los cerebros de 19 hombres homosexuales que habían muerto de SIDA y bien pudiera ser, dijo LeVay, que además de un número reducido de sujetos, la enfermedad, los medicamentos o incluso el estilo de vida pudiera haber generado tales cambios en la estructura cerebral microscópica. Posteriormente Allen y Gorsky (1992) encontraron diferencias en el tamaño de la parte del cerebro llamada comisura anterior entre hombres homosexuales y heterosexuales.

A la fecha estas diferencias anatómicas, por un lado requieren mayor profundización y por el otro es todavía muy discutible si estas diferencias cerebrales realmente se correlacionan directamente con aspectos concretos del comportamiento o más aún con situaciones referentes al gusto o la preferencia genérica de los sujetos.

TEORIA DEL ORIGEN GENETICO.

En 1952 Kallman publicó un artículo en el que señalo 100% de concordancia para la homosexualidad en un estudio de gemelos monocigóticos varones. Después Ranier y Col. (1960), Kolb (1963) y Davison y Col. (1971) comunicaron series de gemelos monocigóticos discordantes para la homosexualidad, con lo que el informe de Kallman se invalidó.Durante mucho tiempo se sostuvo que no hay elementos para establecer un origen genético de la expresividad homosexual más allá de la etiología genética de una capacidad de respuesta genital sistémica ante estímulos sexuales diversos. Al respecto existen algunos en los que individuos de ambos sexos, vendados o imposibilitados para reconocer el sexo del examinador, han mostrado la misma respuesta ante estímulos de personas de su mismo sexo o del otro. En otras palabras, el ser humano hereda los órganos, substratos bioquímicos y mecánicos neuro-hormono-fisiológicos, pero no la posibilidad de responder en forma preferente a unos u otros estímulos.

Sin embargo, en 1993 Hamer y cols. Publicaron un estudio que realizaron desde una perspectiva genética. Expresado en forma suscinta y sin tecnicismos, los autores encontraron en primer término que en las familias de hombres homosexuales había un mayor número de parientes que también eran homosexuales por el lado de la línea materna. Esto motivó a los autores a buscar series de hermanos, que ambos fueran homosexuales, y realizar en ellos estudios de características genéticas a nivel del cromosoma X (que es lo que los especialistas llamarían como un factor hereditario ligado al sexo). El resultado de la investigación en una serie de hermanos homosexuales fue que en un 64% de los casos encontró marcadores coincidentes de DNA lo que lo llevó a postular la probable existencia de "un gen de la homosexualidad masculina", el que se encuentra en la región Xq28 del cromosoma X. Sin embargo aunque son fuertemente indicativos estos estudios no son absolutos por no haberse encontrado en el 100% de los casos.

Por otro lado Turner en 1995 publica un estudio en el que analizando una serie de 133 familias de homosexuales masculinos y femeninos ratificó la misma mayor presencia de homosexualidad en parientes por el lado materno, en los hombres homosexuales pero no así en las mujeres homosexuales. También postula la posibilidad de que el gen de la homosexualidad pueda estar localizado en una región pseudoautosómica de los cromosomas X y Y: Xq28 y Yq11.

Es a la fecha una importante, y diría yo muy sólida línea de investigación que cada vez apunta más hacia un origen genético de esta preferencia genérica. Sin embargo es importante valorar que no por el hecho de tener un origen genético se trata de una enfermedad o padecimiento; de hecho son también de origen genético muchos elementos humanos que sólo reflejan la variabilidad de la especie como pueden ser el color de ojos, de pelo, de piel o el hecho de tener el cabello lacio, rizado o chino.

Respecto a las dudas y a los porcentajes de falta de concordancia genética, en el trabajo mencionado de Turner (1995) cita a Richards y Sutherland que dicen: "Las propiedades de elementos hereditarios inestables vienen con sus propias reglas. Se convierte en un reto importante de la genética molecular el descubrir cuáles son estas reglas, y las circunstancias bajo las cuáles estas reglas contribuyen tanto a las enfermedades como a la variación"

Concluye Turner diciendo que el reto actual es el determinar con precisión cómo en materia de orientación sexual y su intensidad actúa el gen en Xq28; cómo y por que ocurren variaciones a diferentes edades: y cuáles son los mecanismos que hacen surgir la homosexualidad, tanto masculina como femenina desde una base común."

TEORIAS PSICOSOCIALES.

Freud en su teoría psicoanalítica considera una bisexualidad innata que explica las tendencias latentes hacia la homosexualidad que pueden activarse bajo ciertas condiciones patológicas. Otras teorías del psicoanálisis rechazan la bisexualidad innata, y señalan diversas experiencias de la infancia y adolescencia como causantes de conducta homosexual. Así, Bieber (1962) describe en homosexuales un patrón paterno, que consiste en una madre posesiva, indulgente en exceso y dominante y un padre hostil, ambivalente y lejano, Bene (1965) señala un patrón de relación inadecuada con un padre débil. Por otro lado, Greenblat (1966) encuentra que los padres de homosexuales son generosos, "buenos", dominantes y poco protectores. La realidad es que, cuando se han analizado estos aspectos buscando la etiología de la homosexualidad, se ha encontrado todo tipo de familias (padres y madres), niveles socioeconómico-culturales y ambientes.

Otro elemento importante es que casi todos los estudios que intentan demostrar el origen psicosocial de la homosexualidad, se han realizado en poblaciones de homosexuales que eran pacientes de psicoanalistas, psiquiatras o instituciones lo que inevitablemente sesga o invalida la muestra. Afortunadamente a últimas fechas se realizaron estudios en poblaciones generales que se analizarán después.

En la actualidad prevalece el enfoque de Marmor (1978), cuando señala que la homosexualidad es "multideterminada por factores psicodinámicos, socioculturales, biológicos y situacionales". El estudio de Bell (1981), más reciente a través del análisis complejo y cuidadoso de una muestra de homosexuales, establece que no se encuentra ninguna casualidad sociofamiliar para explicar la preferencia homosexual.

Es conveniente concluir el análisis de los esfuerzos para determinar la etiología de la homosexualidad citando a Kolodny: "La búsqueda de la causa de la homosexualidad continúa obstaculizada por dificultades metodológicas y falta de homogeneidad en la población homosexual. Serán inútiles los esfuerzos para determinar los orígenes de la conducta homosexual hasta que se desarrolle una taxonomía confiable del comportamiento sexual en general.

Esta situación provocó que en 1973 la American Psychiatric Association (Asociación Psiquiátrica Americana) eliminara a la homosexualidad de su Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (1980) (Manual de Diagnóstico y Clasificación de Enfermedades Mentales o DSM ) y agrega una categoría de alteraciones de la orientación sexual para incluir ahí a quienes su orientación sexual les creaba conflictos, al igual que otras expresiones comportamentales de la sexualidad que se comentaran después.También se ha suprimido la homosexualidad, como trastorno o diagnóstico psiquiátrico, en países como Inglaterra, Suecia y Dinamarca.

Estudios sobre el comportamiento sexual en homosexuales

En la década de 1940 Alfred Kinsey realizó su notable estudio sobre la conducta sexual del hombre y la sexual del hombre y la mujer, que comprendió más de 15 mil sujetos. Casi treinta años después, surgen dos estudios, en realidad esclarecedores sobre la, conducta homosexual, realizados por Allan Bell del Instituto Kinsey (1978/1981) y otro por Karla Jay (1979).
En el estudio de Bell se encuestaron al rededor de mil sujetos y entre sus resultados sobresalen algunos que conviene mencionar.

En cuanto a la intensidad o frecuencia de la actividad sexual, encontró que en orden decreciente es mayor en homosexuales de raza negra que en blancos, mayor en homosexuales que en lesbianas y en jóvenes que en los de mayor edad.

Persiste la idea de que hay mayor "promiscuidad" en homosexuales. Sobre esto Bell señala que hay una tendencia en los homosexuales a sostener relaciones con diversos compañeros; no así las lesbianas, que se inclinan más hacia la "fidelidad". El objetivo al que propenden, tanto homosexuales y lesbianas, es a una relación amorosa, estable y duradera. De hecho es una realidad que tanto los hombres homosexuales como las lesbianas, desde su infancia son educados como hombres o como mujeres respectivamente y bien sabemos que, desde una perspectiva de género, la educación para los hombres es más permisiva y les permite socialmente tener más parejas y en cambio a la mujer se le educa más en cuanto a la fidelidad y la exclusividad.

Un gran porcentaje de los encuestados refieren que el principal problema en sus relaciones amorosas es la dificultad para encontrar un (a) compañero(a) adecuado(a); así mismo la disposición para aceptar las relaciones abiertas existe en más homosexuales masculinos que femeninos. Cabe señalar que todos estos resultados coinciden con los que se obtendrían en cualquier estudio de comportamiento heterosexual. Por otro lado Bell informa que resulta más difícil aceptar a los hombres que a las mujeres su homosexualidad; y que además han contraído matrimonio heterosexual 25% de los hombres homosexuales y 33% de las mujeres; este último dato coincide con resultados preliminares del estudio sobre homosexualidad, hecho en la ciudad de México por Alvarez - Gayou (1978) y colaboradores.En el área de relaciones interpersonales hay datos que afirman que los homosexuales y lesbianas tienen mayor aptitud para establecer relaciones amistosas y afectuosas más cercanas que los grupos comparables de heterosexuales y para entablar amistad con heterosexuales, así como de rechazo por parte de éstos.

En el área laboral esta investigación encuentra que tienen la misma estabilidad en sus trabajos que los heterosexuales, excluyendo a los que Bell califica como disfuncionales y asexuales (que son minoría): "los homosexuales adultos que aceptan su situación sin sentir culpa y que funcionan bien en el área social y sexual no tienen mayores problemas que mujeres y hombres heterosexuales".

Karla Jay (1979) estudió a 962 lesbianas y 4,329 homosexuales masculinos y encontró datos interesantes.

En cuanto a la actitud de las lesbianas en relación a los hijos, 19% tenían hijos, los querían y aceptaban, al igual que muchas madres heterosexuales; 54% mostraron una actitud positiva hacia los niños, en contraste con 4% que expresaron actitud negativa.

Respecto a la idea prevaleciente de promiscuidad sexual, en esta investigación se encontró que 62% de las lesbianas y 15% de los homosexuales han tenido entre 1 y 10 compañeros sexuales; entre 11 y 15 compañeros sexuales 24% de las lesbianas y 17% de los homosexuales; 20% de ellos han tenido entre 26 y 50 compañeros. En resumen, 86% de las lesbianas han tenido menos de 25 compañeros y 52% de los homosexuales menos de 50 compañeros; los datos son comparables con cualquier grupo de jóvenes solteros de nuestra sociedad heterosexual.

Otro mito que prevalece es el de la prostitución entre homosexuales. Al respecto, el estudio de Jay revela que el 98% de las lesbianas y 76% de los homosexuales nunca han pagado por una relación sexual; sólo una vez, 9 y 2% de homosexuales y lesbianas, respectivamente. En cambio han recibido pago una vez 10% de ellos y 5% de ellas, y 91% de las lesbianas y 76% de homosexuales, nunca. Estas cifras son menores de las que se encuentran en una población heterosexual.

Un 45% de la mujeres y 46% de hombres se inclinaron a favor de una relación estable y duradera, comparable al matrimonio, y en contra 28 y 21% respectivamente.

En este estudio realizado en E.U.A. la prevalencia de anorgasmia entre lesbianas y mujeres heterosexuales fue de 7%. Se recordará que en Francia y Japón es de 4 y 20%, respectivamente.
Otra creencia generalizada es que en parejas o encuentros, homosexuales se da la conducta pasiva o activa, "femenina o masculina". Estos papeles nunca se establecen en 59% de las lesbianas y 42% de los homosexuales, en la encuesta realizada en México, parece existir una correlación directa entre el establecimiento de estos papeles y la escolaridad y nivel socioeconómico menores.

Por último, es importante establecer la diferencia entre homosexualidad y dos estados que suelen confundirse con ella: el transvestismo y el transexualismo.

El transvestista es el que obtiene placer -no sólo de tipo erótico-sexual- usando ropa, accesorios, lenguaje y manerismos considerados como del otro sexo en una sociedad y momentos determinados. Esta situación es un hecho que no aparece en la mayoría de las personas homosexuales, de hecho y a nivel de mito mucha gente piensa que el hombre o mujer homosexual desea ser del otro sexo, cosa totalmente falsa. Lo que si es más consistente es que la mayoría de las personas transvestistas sí tienen la preferencia homosexual, pero aun en este caso, también existen personas heterosexuales transvestistas.

El transvestismo no implica de manera necesaria homosexualidad y viceversa.

El transexualismo es la convicción psicológica de identificación con el sexo que no corresponde al genotipo y fenotipo sin alteraciones genéticas u hormonales. Esto se denomina hoy en día, "discordancia de la identidad sexo-genérica", y no se relaciona con homosexualidad. Las personas transexuales son aquellas que se sienten "atrapadas" en un cuerpo que no les corresponde y para ellos es una convicción y necesidad el cambiar su cuerpo por medios hormonales y quirúrgicos para que corresponda a su convicción psicológica. De hecho se han informado casos de transexuales que luego de convertidos en mujeres con tratamiento hormonal y quirúrgico optaron por el lesbianismo.

Hoy en día se calcula que el transexualismo tiene una prevalencia de 1 por 100,000 en hombres y 1 por 130,000 en mujeres.

En resumen podemos considerar que cada día, tanto desde una perspectiva histórica, como social y psicológica la homosexualidad, tanto masculina como femenina no es otra cosa más que una clara ilustración de la enorme variabilidad que tenemos los Seres Humanos.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICA
SAllen, L.S., y Gorski, R.A. (1992) Sexual orientation and the size of the anterior commissure in the human brain. Proc. Nat. Acad. Sci. U.S. 89: 7199-7201.Alvarez-Gayou, J.,J., L., Mazín, R. y Solís, A.L. (1978) Female homosexuality. A survey in Mexico City. (A preliminary report) Third International Congress of Medical Sexology, Abstracts. pp.394. RomaBell, A., Hammersmith, S.K., y Weinberg, M.E. ( 1981) Sexual prefrence. Iits development in men and women. University Press, Indiana.Bell, A., y Weinberg, M.E. (1977) Homosexualities. The Institute of Sex Research. Simon and Schuster, Indiana.Bene, F. (1965) On the genesis of homosexuality: an attempt on clarifying the role of the parents. British Journal of Psychiatry. 111: 803-813.Bieber, I., Dain, J., Dince, P.R., Drellich, M.G., Grand, M.G., Grundlach, R.H., Kremer, M.V., Rifkin, A.M., Wilbur, C.B., y Bieber, T.B. (1962) Homosexuality: a psychoanalitic study. Basic Books. New York.Blumstein, P.W. y Schwatz, P. (1978) Bisexuality in women. Archives of Sexual Behavior. Vol.5.Davison, K., Brierly, H. y Smith, C. (1971) A male monozygotic twinship discordant for homosexuality. Beritish Journal of Psychiatry. 118: 675-682.Gebhardt, P..H. y Johnson. (1979) The Kinsey data. Marginal tabulations of the 1938-1963 interviews conducted by the Institute for Sex Research. W.B. Saunders Company. Philadelphia.Hamer, D.H., Hu, S., Magnuson, V.L., Hu, N., y Pattatucci, A.M.L. (1993) A linkage between DNA markers on the X chromosome and the male sexual orientation. Science. 261: 321-327.Jay, K. Y Young, A. (1979) The gay report. Summit Books. New York.Kallman, M. (1952) Comparative twin study of the genetic aspects of male homosexuality. Journal of Nervous and Mental Diseases. 115:282Kinsey, Pomeroy y Martin (1948) Sexual behavior in the human male. W.B. Saunders Company, Philadelphia.Klein, F. (1978) The bisexual option. Arbor House, New York.Kolodny, R.C., Masters, W.H., Johnson, V.E. (1979) Textbook of sexual medicine. Little, Brown and Co. Boston.LeVay, S. (1991) A difference in hypothalamic structure between heterosexual and homosexual men. Science 253: 1034-1037.Margolese, M.S. (1970) Homosexuality: a new endocvrine correlate. Hormones and Behavior. 1: 151-155.Marmor, J., Green, R. (1978) Homosexual behavior en Money, J. y Musaph, H. Handbook of Sexology. Elsevier, New York.Ranier, J.C., Meshikoff, A., Kolb, L.C. y Carr, A. (1960) Homosexuality in identical twins. Psychosomatic Medicine. 22: 251-259Turner, W.J. (1995) Homosexuality, Type 1: An Xq28 phenomenon. Archives of Sexual Behavior. Vol.24. No.2.Wolff, Charlotte.(1977) Bisexuality.Astudy. Quartet Books. London.


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CUANDO INICIAR LA EDUCACION SEXUAL

Érase una vez... CLICK PARA REGRESAR AL INICIO
¿Cuándo iniciar la educación de la sexualidad?
Por Belinda HernándezSexóloga educadora y periodista

¿Cuándo comenzar a educar sobre sexualidad?
Ésa es la pregunta más frecuente de los padres y las madres de familia. Éstos no saben si deben esperar a que las primeras preguntas aparezcan, el inicio de la adolescencia o hasta cuando sus hij@s formalicen un noviazgo.

Sin embargo, es importante decirles que la EDUCACIÓN DE LA SEXUALIDAD generalmente empieza sola, en el hogar.

En casa, cuando se abraza y acaricia al recién nacido él o ella está aprendiendo a querer y a ser querid@s. A reconocer sus emociones y las de las personas de su alrededor, ahí estamos iniciando la educación de la sexualidad con l@s hij@s. Enseñándoles la importancia del afecto en las relaciones interpersonales, la confianza en sí mism@s y en l@s demás.

La educación de la sexualidad inicia quizá sin darnos cuenta. Así que no hay que preocuparse en cuándo iniciar porque, con seguridad, mal o bien ya se comenzó a realizar. La educación y el aprendizaje son un proceso continuo durante toda la vida.

Lo importante es saber que la educación de la sexualidad no es solamente enseñarles a los niñ@s a nombrar sus órganos sexuales y su funcionalidad, tampoco es aprender a utilizar los métodos anticonceptivos o saber cómo prevenir enfermedades de transmisión sexual.

La educación de la sexualidad es mucho más que reproducción, relaciones coitales o infecciones de transmisión sexual como el Sida. Es educar para que conozcan su cuerpo desde la cabeza hasta la punta de los pies, conocer sus capacidades y sus potencialidades de sentir placer. Aprender a aceptarse y que acepten a l@s demás como son. Educar es enseñar a expresar sentimientos y deseos para ser felices.

Educación formal e informal

Todos los días los niños y las niñas están expuest@s a mensajes verbales o no verbales dentro y fuera de la familia, toda esa información los educa formal o informalmente. ¿Cuál es la diferencia? La educación formal se basa en conocimientos científicos, en el afecto, la aceptación y la expresión. La educación informal en prejuicios y mentiras.

Un gesto de desagrado, un manotazo para que no toquen sus órganos sexuales, un rostro avergonzado cuando preguntan, las series de televisión con “modelos” a seguir de cómo debe ser un hombre y una mujer, las revistas con material sexualmente explícito; todo lo anterior está educando, pero no de la mejor manera. Lo hacen informalmente. Sin embargo, al final todos esos mensajes dejan una idea a los y las niñas, su denotación es que la sexualidad debe ser algo malo porque mamá y papá no desean hablar de ella; que ser mujer es gustarle a todos a través del cuerpo; que la masculinidad es ser fuerte y proveedor. Nada más erróneo.

Iniciar la educación
Como indicamos, la educación de la sexualidad se realiza inconscientemente, pero hay que hacer consciencia de que estamos educando con cada una de nuestras expresiones y en nuestras manos está hacerlo de una manera saludable. Ayudar a los y las niñas a aprender desde lo positivo. Que sepan disfrutar de la erótica “antes”, “durante” y “después”; no sólo es prevenir embarazos no deseados, es saber disfrutar de la decisión, de la relación interpersonal y de sus consecuencias afectivas.

Lo mejor es informarnos. No se requiere ser sexólog@ para brindar una educación adecuada a los niños y las niñas, sólo se requiere informarnos con material alejado de prejuicios, me refiero a buscar bibliografía científica, para que en cada etapa de l@s niñ@s podamos entender sus necesidades y darle respuestas a sus interrogantes, a su edad, con palabras sencillas y desde sus preguntas.

Sin saberlo, como mamá, papá, abuela, abuelo, tía, tío, maestro o maestra estamos educando. Tod@s somos “modelos”, nuestras expresiones y palabras son importantes. Ahora, de cada un@ depende qué tipo de educación queremos para nuestros hij@s, sobrin@s, niet@s y alumn@s. Una tarea de educación de tod@s.

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LA ESCUELA, EDUCA EN IGUALDAD

¿La escuela, educa en igualdad? CLICK PARA REGRESAR AL INICIO
Traducción Gabriel Boichat

La escuela es un espacio socializador que no únicamente transmite estereotipos de género sino que, al lado de otros espacios educativos, funciona como productora y reproductora de elementos en los cuales se fundamenta la construcción de las identidades de género. Se trata de pensar en la escuela como una institución que, además de ser transmisora de conocimientos, transmite normas, principios, reglas y valores.

Algunos autores creen que la escuela no es solamente reproductora de las relaciones económicas, sino también de las relaciones patriarcales, ya que asigna papeles estipulados a hombres y mujeres.

Durante las dos últimas décadas, se ha evidenciado una corriente de pensamiento y acción para desvelar y corregir las desigualdades que impone el sexismo. Se introducen elementos coeducativos en el ámbito escolar para contrarrestar las jerarquías de la organización, se incorporan componentes de la cultura femenina al currículum y se potencian las relaciones escolares entre las chicas y los chicos mediante la sensibilización de las instituciones competentes en materia de educación, el profesorado y las familias.

La coeducación es un modelo educativo complejo que involucra tanto las estructuras organizativas de los centros escolares como la formación de los agentes educativos. Si bien algunas instancias reconocen que es un modelo al cual hemos de tender, este modelo se considera ya superado. Por ejemplo, la mayoría de los centros se definen como escuelas coeducativas. Tanto los buenos resultados actuales de los alumnos en el sistema escolar como el acceso de las chicas a las licenciaturas reconocidas como masculinas (ingenierías, arquitectura, medicina, etc.) reafirman las personas que aseguran que han logrado la igualdad entre sexos.

Pero la coeducación va mucho más lejos de la reclamación de la igualdad de las mujeres en el acceso al mundo público dominado mayoritariamente por los hombres. La coeducación colabora a abrir el debate del mundo invisible, del currículum oculto de los centros educativos, dado que desvela las relaciones sexistas, inconscientes e invisibles, que se producen en todas las instancias escolares. Y, además, hace propuestas de prácticas educativas en el universo de las creencias, de los valores éticos y sociales, y replantea nuevas formas de relación familiar, escolar, laboral, de amistad y sexual, entre otras.

¿Qué es el currículum oculto?

Es el conjunto de normas, actitudes, expectativas, creencias y prácticas que se instala de manera inconsciente en las estructuras y el funcionamiento de las instituciones. Funciona de una manera implícita a través de los contenidos culturales.

¿Qué es el proyecto curricular coeducativo?

Es un trabajo paritario de intervención intencionada basado en el análisis del género y significa una voluntad expresa de educar y formar para la paz, la salud social, la igualdad, la identidad y la diferencia.

Los modelos sociales en los cuales educa el sistema educativo. El currículum explícito suele presentar como más importantes los hechos, los conocimientos y las experiencias desde la perspectiva de los hombres, mientras que los conocimientos y las experiencias de las mujeres continúan excluidas de los textos y las materias escolares en todas las etapas educativas. Cuando revisamos los contenidos curriculares o las imágenes y actividades de cualquier materia escolar, es fácil descubrir que se presentan ejemplos en los cuales la mayoría de los protagonistas son hombres, que las mujeres y los niños hacen oficios o trabajos estereotipados, que aún se utiliza el masculino genérico y que los conocimientos y los saberes de las mujeres no están presentes.

Cuando hablamos de relaciones de género, no hablamos sólo de mujeres, sino que nos referimos a las relaciones de desigualdad social, laboral y sexual por las cuales algunos hombres oprimen las mujeres y también otros hombres, de acuerdo con unas interpretaciones culturales determinadas.

Por otra parte, la jerarquización del sistema educativo también subraya una valoración más grande de un sexo respecto del otro. No es difícil descubrir la presencia desigual de mujeres y hombres en las etapas educativas y en los cargos de responsabilidad. En los niveles más básicos del proceso de enseñanza, los de educación infantil y primaria, las mujeres están representadas mayoritariamente; en cambio, en los niveles universitarios y en los cargos políticos educativos son los hombres los que ocupan estos lugares. Una lectura simple de esta situación transmite un mensaje social aceptado implícitamente: los hombres son más aptos para ocupar los lugares de responsabilidad e importancia que están más valorados.

Como consecuencia, los valores que sustentan estas responsabilidades sociales son masculinos.
Si, por otra parte, analizamos la importancia de las materias en los centros de secundaria, son las materias de matemáticas, física y algunas tecnologías las que marcan los principios de racionalidad, del futuro trabajo, de la importancia del mundo productivo y, por tanto, retributivo. Éstos son algunos de los indicadores educativos que sirven para discernir y clasificar el alumnado en inteligente, apto o nulo para el trabajo académico. Los alumnos y las alumnas que escogen unas materias académicas determinadas y que, además, sacan buenas notas, suelen ser los considerados alumnos inteligentes.

Además, el deporte que se practica en las pistas de los centros educativos representa la fuerza física y el poder del cuerpo; rapidez, esfuerzo físico, resistencia, etc., son dimensiones sustentadas por valores masculinos. Son los chicos los que suelen obtener mejores resultados en las actividades físicas; por tanto, las matemáticas y la física sirven como representación del poder racional y la fuerza mental masculina que domina las aulas, mientras que el deporte representa el poder y la fuerza del cuerpo. Se dice que serán alumnos excelentes si son buenos en matemáticas y, además, son deportistas hábiles. Ésta no es precisamente una representación de la feminidad.

Los valores que la escuela transmite a las chicas y los chicos:

La escuela suele reforzar los valores dominantes del entorno a través de una valoración más grande de lo que es masculino tanto en el deporte como en las ciencias y, a menudo, contribuye en la formación de las visiones, las actitudes y las expectativas de los chicos y las chicas, tanto en la estancia en la escuela como fuera del centro. Igualmente influye en la única inclinación de los chicos para las materias vocacionales, las actitudes de dominio y su competitividad en el aula y en el patio por lo que hace del uso de los espacios y los tiempos.

Algunos temas importantes -como son la sexualidad, las expectativas de vida, la paternidad, la maternidad, las relaciones humanas, el medio ambiente, la resolución de conflictos, la presencia de chicos y chicas inmigrantes en los centros escolares, etc.- no forman parte del currículum y por eso no son valorados ni tratados como temas educativos. Las prácticas pedagógicas actuales todavía enaltecen el valor del esfuerzo individual y competitivo por encima del esfuerzo colectivo y de colaboración. El autoritarismo es más valorado que la autoridad en un contexto de participación.

Las actitudes del profesorado ante problemas considerados femeninos también han de ser objeto de atención dado que la mayoría de veces estos problemas se presentan como irrelevantes porque se afirma o se piensa que las chicas son unas lloronas, son débiles, no saben defenderse, se espantan y piden ayuda constantemente. La falta de atención por parte del profesorado ante las quejas de las alumnas o los alumnos que piden más ayuda tiene diversas consecuencias: por una parte, reafirma a los agresores o las agresoras en sus comportamientos, ya que no tienen importancia para las personas adultas; por otra, desautoriza la palabra y el derecho a quejarse de las agredidas y los agredidos.

Así también aparecen formas diferentes de castigo a partir de las transgresiones de género. Siempre son más aceptadas las transgresiones de género femenino que las del masculino.
La masculinidad no es ningún lastre de un pasado más violento e inculto del cual nos liberamos a medida que nos educamos en democracia. Siempre han existido y existen formas de masculinidad dominante que se definen y se redefinen en diversos momentos históricos y culturales.

Con las evaluaciones pasa lo mismo. En efecto, partiendo del hecho que podemos evaluar a través de diversas herramientas (respuesta múltiple, test en el cual se tienen que indicar si la afirmación o el hecho es cierto/falso, desarrollo de un tema, etc.), sabemos que los chicos suelen obtener mejores resultados si son tests cortos, mientras que las chicas los obtendrán si tienen que desarrollar temas o hacer conexiones entre los conocimientos. Pese a ello, estas diferencias no se suelen tener en cuenta a la hora de la evaluación.

Si, paralelamente, analizamos las interpretaciones que el profesorado hace del alumnado cuando evalúa el esfuerzo personal y pone las notas, es fácil descubrir que de las chicas que obtienen muchas buenas notas se dice que son muy trabajadoras mientras que sus compañeros con los mismos resultados académicos son calificados como muy inteligentes o brillantes.

Los problemas de la masculinidad:

Los resultados de algunas investigaciones de ámbito europeo ilustran un hecho muy actual: por una parte, los chicos obtienen mayoritariamente unos resultados más bajos que las chicas; por otra, los niveles de agresividad en el ámbito escolar, familiar y social se convierten en un fenómeno social que afecta las relaciones sociales de género.

El profesorado dice que más del 80 por ciento del tiempo que se dedica para controlar los comportamientos agresivos y disruptivos de los chicos se resta del destinado a otras actividades escolares. Tampoco tenemos que olvidarnos de contabilizar, en este sentido, el esfuerzo, el estrés del profesorado, el gasto económico para paliar los destrozos provocados por el vandalismo o los robos, etc.

Todos los estudios sobre culturas juveniles y escolares presentan el panorama siguiente:

Los malos comportamientos son atribuibles a los chicos.
Los chicos y los hombres tienden a tener más accidentes mortales que las chicas o las mujeres.
Los índices de suicidios son más altos entre la población masculina.
El porcentaje de reclusos supera el de reclusas.

Los chicos y los hombre son sujetos y objetos de actos de violencia, excepto en los casos de violación, ataques sexuales y violencia doméstica, en los cuales las víctimas son las mujeres.

Estos y otros hechos hacen evidente que la construcción de un tipo de masculinidad no es únicamente un problema social, sino que también es un problema educativo: todo esto se desprende de escuchar al profesorado y sobre todo al alumnado, tanto a las chicas como a los chicos.

Algunas preguntas generales para realizar un análisis de diagnóstico sobre la masculinidad en un centro:

¿Cuál es la participación de los chicos en materias escolares que no tienen una orientación tecnológica?¿Qué tipo de formación ofrecen los centros escolares en materias de educación para la vida, educación en la igualdad, en sexualidad, en relaciones afectivas, en programas para la paz, en educación intercultural, etc.?¿En qué espacios y con qué actitudes obtienen la autoestima los chicos?

El reto de la coeducación

Como ya hemos comentado anteriormente, la coeducación engloba diversos aspectos. En primer lugar, uno de los objetivos de la coeducación es eliminar la jerarquías culturales entre lo que es masculino y lo que es femenino. En segundo lugar, propone establecer intersecciones entre las clasificaciones sociales de lo que es masculino y femenino. No se trata sólo de hacer ver que las chicas quedan a veces en un segundo término, sino también de lograr que los chicos sean más femeninos y las chicas más masculinas. La coeducación, por lo tanto, muestra un camino difícil de emprender y que pone de manifiesto contradicciones, intersecciones y desmitificaciones. Su valor pedagógico radica sobre todo en el contenido democrático para hacerlo extensible a todos los hombres y mujeres tanto en las esferas públicas como privadas. Por tanto, para conseguir unas relaciones de igualdad entre los géneros, se propone coeducar a los chicos teniendo en cuenta los tres pasos siguientes:

Hacer un análisis de la situación considerando la influencia de las relaciones sociales que entran en juego.

Revisar las estrategias didácticas, de acuerdo con los resultados de las investigaciones, basadas en la experiencia sobre las didácticas específicas de las materias curriculares que constituyen la educación secundaria.

Desarrollar mecanismos pedagógicos escolares a partir del análisis de la información recogida en las sesiones de tutoría con chicos y chicas.

TRES REGLAS SOCIALES RELEVANTES EN LA FORMACIÓN DE LAS IDENTIDADES DE GÉNERO

Regla de la visibilidadTenemos que conseguir hacer visibles tanto los rasgos masculinos como los femeninos en todos y cada uno de los espacios, tiempos y relaciones escolares.

Regla de la definiciónHace falta que los chicos y las chicas se puedan conocer y relacionar para poder definir qué desean, qué les gusta o les desagrada, qué consideran importante o irrelevante del otro sexo… pero sin tener que basarse en los estereotipos de género que limitan sus expectativas, acciones y visiones del mundo.

Regla de la responsabilidadY finalmente, tenemos que romper con el concepto binario de contrarios y hacer que la regla de la responsabilidad afecte de la misma manera a las chicas y a los chicos en los espacios llamados públicos, y también en los privados y los domésticos.

La masculinidad y la feminidad no son únicamente rasgos del carácter individual de cada sexo, ni provienen del aprendizaje de roles sexuales y sociales que se realizan durante la infancia y adolescencia.

Sabías que…

… tanto en el currículum explícito como en el currículum oculto, los valores, las actitudes y las acciones de los hombres son el patrón que rige la organización escolar?

… una gran cantidad de textos y de materiales educativos están llenos de experiencias y modelos únicamente masculinos?

… los chicos continúan teniendo más protagonismo tanto en las aulas como en el uso de los espacios de juego?

… el profesorado tiene a interaccionar más con los chicos y las chicas que realizan actividades que se atribuyen a su género y a su sexo?

… los chicos pueden obtener mejores resultados en los tests cortos, mientras que las chicas obtienen mejores resultados si tienen que desarrollar temas o hacer conexiones entre los conocimientos?

… aunque ha aumentado el número de mujeres que acceden a espacios públicos, no se observa un movimiento recíproco de los hombres para compartir las responsabilidades domésticas y privadas?

… van apareciendo modelos de masculinidad nuevos, es decir, que no todos los chicos son iguales?

… los chicos aprenden a usar la lengua para crear una jerarquía de dominio; las chicas, en cambio, crean vínculos horizontales con sus palabras y facilitan la negociación y el intercambio?

Propuestas de trabajo
Existen herramientas de observación y análisis que permiten desmitificar y esclarecer que las diferencias culturales entre los hombres y las mujeres no dependen de las diferencias genéticas o de la fuerza física.

Los hombres no son más agresivos que las mujeres porque generen más testosterona.
Los hombres no tienen el cerebro más desarrollado que las mujeres.
La relación de los chicos con sus madres no determina los comportamientos masculinos.
El desarrollo psicológico de raciocinio de los chicos no alcanza niveles de excelencia más altos que los de las niñas.

Es por eso que tenemos que crear espacios de relación en los cuales se definan y trabajen los valores que queremos redefinir de acuerdo con los nuevos contextos de la vida y de la educación, para que sean estos valores los que marquen las pautas de los comportamientos, y los comportamientos los que establezcan, a su vez, las prácticas de relación. Espacios en los cuales se ponga el acento en la relación y en las preguntas de las personas, de manera que el conocimiento sea un medio para dar sentido a la experiencia.

La masculinidad constituye uno de los componentes de las relaciones entre hombres y mujeres, las cuales se convierten en una especie de competición en donde predominan los rasgos masculinos. Estos se contraponen a los seres femeninos y a los "otros" seres masculinos que quedan fuera de este homogéneo espacio masculino.

Artículo traducido de Reflexions en femení, Publicación bimestral de la Oficina Técnica del Plan de Igualdad, 2001, Barcelona, España

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EDUCACION DE LA SEXUALIDAD

Educación de la Sexualidad Aprendamos a enseñarla
Por Belinda Hernández / periodista y sexóloga CLICK PARA REGRESAR AL INICIO

Supiste aclarar las dudas de tus alumnos o alumnas cuando te preguntaron:¿qué es la menstruación? ¿cuál es la vía de transmisión del VIH-SIDA? ¿cómo se practica el coito? ¿es malo cuando te masturbas? Tus respuestas, silencios, titubeos, actitudes son fundamentales para el desarrollo sexual saludable de los niños y niñas. Una respuesta prejuiciosa carente de información científica y ética o un rostro avergonzado puede marcar para siempre la vida sexual de las personas.

Desde la edad de dos años los infantes han entendido que a los adultos los temas sexuales les causan "pudor". Sus madres y padres ponen sobrenombres a los órganos sexuales, reprochan con un grito de "no te toques ahí" "las niñas buenas no lo hacen" o un golpe cuando los manipulan. No comprenden el porqué de la actitud de sus progenitores. No saben que a éstos también los golpearon en su infancia y los desinformaron contándoles conceptos erróneos y llenándolos de culpa y vergüenza. Aún no comprender la herencia de tabúes. Quizá lo comprendan siendo adultos/as cuando, en el mejor de los casos, con información decidan dejar de reproducir mitos o, en casos desafortunados, enfrenten alguna disfunción sexual a causa de aprender que la sexualidad es "sucia y mala".

La sexualidad es inherente al ser humano, nacemos con ella y nos acompañará a lo largo de nuestra existencia. En este proceso llamado vida debemos procurar la salud sexual definida por la Organización Mundial de la Salud como un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad; no sólo se refiere a la ausencia de enfermedad o disfunciones. La salud sexual requiere de un acercamiento positivo y respetuoso a la sexualidad y a las relaciones sexuales, así como a la posibilidad de tener relaciones sexuales placenteras y seguras, libres de coerción, discriminación y violencia. Para que la salud sexual se respete y mantenga, los derechos sexuales deben ser respetados y protegidos y plenamente ejercidos.
La educación de la sexualidad principalmente está a cargo de los padres y madres de familia así como de los y las docentes.

La tarea no es nada sencilla porque se enfrentan a diferentes situaciones:

1 .- La sexualidad ha sido considerada por siglos como pecaminosa. Nos han dado información con valores negativos en su torno: nombrar, mirar o tocar los órganos sexuales es sucio, las mujeres buenas no hablan de temas sexuales, la masturbación es un pecado, etc. Quitar tabúes no es rápido como desconectar y conectar un aparato eléctrico. No somos máquinas, los seres humanos requerimos de un proceso para desmitificar y revalorar a la sexualidad, lo cual conseguiremos sólo con información verídica.

2.- Si bien es cierto que existen espacios en donde la gente puede obtener información sobre sexualidad humana en sus aspectos, biológicos, psicológicos y sociales, aún no hay muchos; además algunas instituciones de salud y de educación siguen levantando banderas en favor de los mitos en nombre de la "moralidad". Lo único que consiguen es desinformar y orillar a la sexualidad a la clandestinidad, a la prohibido, al morbo.

3.- Los materiales de apoyo están cargado de educación sexista con discursos que fomentan la desigualdad y el establecimiento de roles en donde se encajonan el comportamiento de niños y niñas, limitando sus potencialidades como seres humanos en aspectos intelectuales y emotivos: los niños son valientes y no lloran, las niñas son bonitas si se enojan se ponen feas.
Información + respeto + afecto = salud sexual.

La labor de educar sobre sexualidad humana no es fácil, requiere del trabajo de mucha gente entre especialistas quienes elaboran investigaciones serias, profesionales en el área de la salud y la educación así como los padres y madres de familia. Es una tarea de todos y todas que debemos comenzar para una sociedad sin prejuicios ni miedos.

Los primeros pasos los han dado científicos/as quienes desde hace varias décadas han desmitificado conceptos a través de sus investigaciones. El siguiente paso corresponde a quienes estamos encargados de difundir información y educar. Apoyemos la salud sexual, mental y física de las personas. No sigamos reproduciendo discursos con valores negativos, aportemos más afecto, respeto a la diversidad y a la equidad de género, amor hacia nuestro entorno, salud en nuestro interior.

Con educación podemos desmitificar y optar por una vida saludable. Comencemos con la nuestra, explorando conceptos y revalorando.

Ante actitudes moralistas y represivas, no llegaremos más que al SIN RECREO, al castigo. A seguir ocultando la vida sexual, a limitar nuestras expresiones de afecto y amor. Las investigaciones muestran que niños y niñas informados sobre aspectos sexuales inician su vida sexual más tardíamente y con responsabilidad, así que no tengamos miedo de informar.
La salud sexual un compromiso de educación .

Enseñemos en las aulas a multiplicar respeto, amor y responsabilidad. A sumar afecto y salud. A restar infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados. A dividir responsabilidades equitativamente así como beneficios. Enseñemos a leer más allá de lo que dicen los textos, a comprender que entre las líneas blancas existen muchas posibilidades que toca inventar.
Otorguemos herramientas para investigar y construir en salud. No quitemos el recreo de la vida, de la diversidad, del juego, de la imaginación y la creatividad.

La sexualidad necesita esparcimiento para interactuar emociones, palabras, sentimientos.

Enseñemos a escribir una nueva historia... en salud, con amor y respeto.


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CONCEPTOS BASICOS DE SEXUALIDAD

Conceptos básicos de Sexualidad CLICK PARA REGRESAR AL INICIO
Por José Jaime Martínez Salgado

Sexo
Genética
Sexo de asignación
Preferencia sexual
Roles sexuales y culturales

Actualmente se habla mucho de la sexualidad y de la importancia de dar educación sobre la sexualidad, la gran pregunta es ¿qué tanto sabemos de sexo?.

Para iniciar es importante conocer los conceptos básicos de la sexualidad, en otras palabras, lo que todos deberíamos saber sobre la sexualidad.

El primer concepto del que hablaremos es el sexo y éste pude definirse como las características físicas que son determinadas por la genética de cada persona y permite que se ubiquen como complementarios, desde el punto de vista reproductivo (mujer-hombre). Desde el momento de la fecundación (unión del óvulo y el espermatozoide), se determina el sexo de la nueva persona.

Contra la creencia popular es el espermatozoide es el que determina el sexo y el espermatozoide es la contribución del hombre en términos de la reproducción humana. Con la contribución que realiza el esperma se derivarán las características sexuales primarias y secundarias de las personas, los órganos sexuales femeninos y masculinos, llegando a su máximo desarrollo en la pubertad.

Un segundo concepto es el relacionado con los cromosomas de las personas. Las células sexuales, óvulos y espermatozoides, contienen cromosomas "X" y "Y", los cuales se presentarán en un par y dar como resultado "XX" femenino y "XY" masculino.

Un tercer concepto es él referente a la génica de la persona; casi todos sabemos que la información genética sé encargada de la herencia, estos son los rasgo que hacen que una persona se parezca a su papá, mamá o a alguno de la familia. Estas características se concretan en el momento en el que el espermatozoide y el óvulo comparten la información "genética" que poseen, y la cual está dentro de sus cromosomas. La cual es entendida por el nuevo ser como las instrucciones que regularán el crecimiento y el desarrollo del nuevo ser.

El cuarto concepto que hay que considerar es el gonadal. La información genética que contienen los cromosoma "X" y "Y", se encargará del desarrollo de las gónadas (los ovarios en la mujer y testículos en el hombre).Posteriormente se encuentra el quinto concepto a considerar que es el morfológico, es el de los órganos sexuales pélvicos internos. Esto es, en el interior del nuevo ser se desarrollan una serie de conductos por efectos de las hormonas y proteínas que se encuentran en función en el nuevo ser y estos ayudarán al desarrollo de lo que posteriormente será él tubérculo genital, los pliegues urogenitales en el pene y el escroto. En un nuevo ser complejo cromosómico "XX", se estimula el desarrollo del tubérculo genital, los pliegues labioescrotales y los pliegues urogenitales del clítoris, los labios mayores y los menores. Mostrarán las características físicas para determinar el género de una persona en el momento del nacimiento.
El quinto concepto, es el de la dimensión cerebral. Es un proceso complicado que se desarrolla en el cerebro. Con un producto cromosómico "XX" sé feminiza, y el producto cromosómico "XY", se masculiniza. Existiendo por tanto diferencias entre cerebros de hombres y mujeres.

El sexo concepto se refiere a lo hormonal; el cual se concreta cuando empieza a funcionar el organismo, el sistema que forman el hipotálamo-hipófisis-gónadas, tanto en los hombres como en las mujeres, se encargará de producción, desarrollo y maduración de las células sexuales.

Séptimo concepto, los caracteres sexuales secundarios, estos se derivan de la producción hormonal de nuestro sistema endocrino por medio del eje hipotálamo- hipófisis-gónadas, y será el encargado de desarrollar los llamados caracteres sexuales secundarios; es aquí donde empieza la creencia del ser hombre o mujer, ya que a simple vista en el momento del parto, lo que se nota es la presencia de un pene o una vagina.

Hasta este momento podemos decir que la bio química corporal ha desarrollado su trabajo y posteriormente se entra en una etapa socio cultural en la cual se presentan los siguientes conceptos.

Octavo concepto, lo que llamamos sexo de asignación, y se hace referencia al sexo que se asigna en función del aspecto de los órganos sexuales externos del recién nacido, ésta la hace el médico y/o familiares en el momento del nacimiento y se traduce, social y culturalmente en lo que se espera que sea un hombre o una mujer, según sea el tipo de característica que se presenten, sea un pene o una vagina.Noveno concepto, este se refiere a la identidad genérica y se considera la auto apreciación, psíquica, emocional y afectiva del sentirse hombre o sentirse mujer, o de pertenecer al mundo de lo masculino o de lo femenino. Esto se traduce en la sensación y posición personal de sentirse hombre o sentirse mujer .

Décimo concepto, se refiere a la categoría de género, él ubica social y culturalmente los comportamientos y características de lo que se entiende popularmente como las mujeres y los hombres. Estas son las tareas, actividades, tipo de profesiones, de trabajos, de formas de expresarse, tipo de lenguaje, modales, formas de vestir y actuar, etc., que se consideran son distintivos entre los sexos; los cuales se conocen también como roles.

Onceavo concepto, el llamado rol de genero, el cual se caracteriza por lo que la sociedad, la cultura, la religión y los principios sociales predominantes en una sociedad y en un tiempo determinado. Esto quiere decir que hay sociedades que tienen una serie de principios que hacen diferentes a hombres y mujeres y no necesariamente son validos para otras sociedades, tomemos como ejemplo de moda a las sociedades Islámicas, las cuales se caracterizan por dar un lugar que a las sociedades occidentales nos parecen esclavizantes y depreciadoras del valor de la mujer, pero que en su contexto son las preponderantes .

Doceavo concepto, es el encargado del gusto o preferencia por relacionarse con hombre o mujeres y a esto se le llama preferencia genérica. Actualmente se puede hablar de tres preferencias, la heterosexual, la homosexual y la bisexual:

La heterosexual se caracteriza por la preferencia de relacionarse sexual y amorosamente con personas del otro genero .

La homosexual se caracteriza por referencia de relacionarse sexual y amorosamente con personas del mismo genero .

La bisexual se caracteriza por la preferencia de relacionarse sexual y amorosamente con personas de ambos géneros .

Es importante señalar otros aspectos que nos van a permitir integrar los conceptos presentados con el ser humano, y para esto utilizaremos el concepto de sexualidad.

Treceavo concepto, la unión de los conceptos biológicos, psicológicos, sociales y culturales, se puede desarrollar el concepto de sexualidad. En la sexualidad entonces quedan integrados los aspectos de la reproducción humana, las sensaciones, percepciones y sentimientos hacia mí mismo(a) y hacia otras personas; y también al aspecto relacionados con la sociedad, la cultura, la religión y los principios sociales predominantes en una sociedad a la que pertenezco, como sería comportamientos, trabajos, ocupaciones, leyes, juegos, uso de ropas, manerismos, tareas del hogar, etc.

Así que la próxima vez que hablemos de Sexo o Sexualidad, deberemos de pensar si estamos integrando al ser humano en su totalidad o solo nos estamos refiriendo a una de sus partes
Bibliografía1) Roberto Aceituno (Editor) - Lidia Casas - Patrick Guyomard- María Angélica Jiménez - Francesca Lombardo - Antonio Moreno- Ana Cecilia Vergara - Michel Tort. Psicoanálisis & Derecho Infancia - Filiación - Sexualidad 20012) Álvarez-Gayou, J.L. (1986) Sexoterapia Integral. México: Manual Moderno.3) Barragán, F. (1993) La Educación Sexual Guía Teórico Práctica. España: Piados

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